viernes, 18 de noviembre de 2011

La leyenda de Taita Osongo, novela afrocubana

La leyenda de taita Osongo
Joel Franz Rosell
Fondo de Cultura Económica. México, 2006
Ilustraciones: Ajubel
Recomendado a partir de 10 años


La leyenda de taita Osongo
es la más reciente novela publicada por Joel Franz Rosell, autor cubano residente en Francia, donde publicó la primera versión, seguida recién por una versión brasileña (Ediçoes SM do Brasil, 2006) y por la edición cubana (Ediciones Capiro. Santa Clara, 2010) que cuenta con sus propias ilustraciones. Narra un amor imposible: entre Leonel, joven esclavo, y Alma, la hija de su amo, el temible traficante de esclavos Severo Blanco. Pero también, como lo indica el título, es la historia del abuelo del joven, taita Osongo: antiguo rey africano y esclavo cimarrón, que utiliza la magia para luchar por la libertad de los suyos.

No creo que haya muchas novelas juveniles sobre la esclavitud en América (en las colonias españolas, inglesas, francesas y holandesas, pero también en naciones independientes como Estados Unidos y Brasil). En todo caso, no he leído otra donde lo literario supere de tal manera la intención de informar o denunciar el destierro y explotación de millones de africanos durante los siglos XVII al XIX.

Contrariamente a lo que puede dar a pensar el término “leyenda” incluido en el título, la historia no procede tradición africana o cubana alguna. Es un relato completamente original, que se inscribe en la moderna literatura cubana. El autor ha declarado haber reinventado la historia de su propia familia, pues tiene ancestros africanos, españoles y aborígenes, y haber aprovechado su estado de ánimo durante una experiencia amorosa (cuyas dificultades nada tenían que ver con diferencias raciales).

Al margen de las fuentes históricas, familiares y personales, Rosell, dice haberse alimentado en fuentes literarias cubanas, de Europa Occidental y hasta de Rusia. Entre los maestros cubanos a quienes rinde homenaje están Nicolás Guillén, cuyo segundo libro de versos afrocubanos, Sóngoro Cosongo da nombre al país imaginario del cual es rey Taita Osongo, y Lino Novás Calvo, de cuya novela Pedro Blanco el negrero tomó el nombre de su propio anti-héroe, Severo Blanco. Por otra parte, Rosell cita casi textualmente una situación de uno de los más famosos cuentos infantiles de su compatriota Onelio Jorge Cardoso. La novela utiliza diversos recursos propios de la leyenda, género de nuestra tradición occidental, pero sobre todo sorprende al servirse de la estructura de un cuento tradicional ruso para el momento álgido de la trama: la fuga de Alma y Leonel, ayudados por los sirvientes mágicos de Taita Osongo y perseguidos por los cazadores de esclavos.

La leyenda de taita Osongo no es una novela histórica y mucho menos un relato con fácilmente reconocibles “valores transversales”, es una corta e intensa novela de aventura, magia y amor que explota hábilmente la experiencia estética que ofrece a sus lectores para propiciar una comprensión afectiva de problemas como el racismo, la emigración africana, la pobreza del tercer mundo o las esclavitudes modernas (todos están interrelacionados).

Después de vivir las 70 jugosas páginas de esta novela, nuestros jóvenes no podrán mirar nuevamente las múltiples formas de la injusticia como cosa ajena y remota.

L. García Nemo
versión original publicada por la revista Babar

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